Salida Pedagógica: Fundación Telefónica
Obras expuestas por Vicente Gajardo en la Sala de Arte
Curso: 1 básico B
Fecha: junio 2009
Esta salida pedagógica fue con el fin de llevar a los alumnos a conocer una exposición de arte, ya que es sabido que el arte fortalece el autoestima desde la infancia hasta la adolescencia, a través de sus procesos creativos. La creatividad inculca sentido de liderazgo, amor propio, disciplina y orgullo. Valores que para estos alumnos son muy importantes de trabajar desde pequeños ya que están insertos en una población de riesgo social en la comuna de Renca.
Con el afán de mostrar un mundo nuevo para mi primero básico, organicé una salida pedagógica junto a la Fundación de Arte Telefónica, quienes nos otorgaron la locomoción y exposición en forma totalmente gratuita. Enviaron un bus modernísimo que al momento de abordarlo, los niños estaban pasmados por tanta comodidad y hermosura. Muchos de estos niños nunca habían salido de la comuna y menos viajado en un bus moderno.
Una de las experiencias que más me conmocionó fue, que estando en Renca a minutos de la comuna de Providencia, los niños notaron la gran diferencia que existía en el entorno. Estaban maravillados al ver plazas bien cuidadas, calles limpias, edificios modernos, gente distinta “cuicos” como los llamaban ellos. Fue totalmente enriquecedor, conversar con ellos y mostrarles que fuera de su población hay otro mundo, que no es imposible vivir en él, por el contrario, que solo bastan quince minutos para llegar, que solo hay que tomar un “bus” y ese bus se toma siendo perseverante, estudiando, y siendo buenas personas, que lo que ellos ven como normal, en este mundo que esta a quince minutos de sus casas no es tan normal, no es normal ver gente drogándose en cada esquina, que los niños no pertenecen a pandillas y son niños hasta los dieciséis o diecisiete años, que no es normal ver peleas y balazos en las calles. Que los únicos que pueden hacer parar y subirse a ese bus son ellos mismos.
Los niños entendieron claramente todo lo que les quería expresar, se emocionaron y comenzaron a compartir que les gustaría llegar hacer cuando crecieran. Hasta ese momento solo con la ida ya sentía que era una salida pedagógica especial en mi vida como docente.
Cuando llegamos a la exposición los niños estaban entusiasmados, escucharon atentamente todo lo que la expositora nos relataba sobre el arte y el trabajo de greda en chile, les habló de la perseverancia del artista y el trabajo duro, a su vez los invito a moldear esculturas y después exponerlas al resto del curso expresando que sensaciones tuvo al momento de crearla, cual es el significado que le dan y el nombre de la escultura. Hizo un llamado a que se enfocaran en su realidad, en sus vidas, colegio, población, en fin, en su propio entorno.
Quedé alumbrada con el trabajo que realizaron, de allí salieron sentimientos y relatos que hasta la expositora quedo sorprendida.
Recuerdo uno en especial, de un alumno que tomó la greda y formo un cenicero. Cuando se le dio la oportunidad de hablar dijo que ese cenicero era su población, que sentía que todo lo malo caía en él como cenizas de cigarro, pero que él cuando llegará a ser adulto se encargaría de limpiarlo para que nadie más lo ensucie y solo sea de adorno.
Nos fuimos felices al colegio ellos llenos de ilusión y yo me sentí totalmente conforme y llena de esperanza.
Este era mi primer año de docente, era mi primer curso, y mi primera salida pedagógica. Desde ese día me enamoré más de mi profesión y comprendí que hacer un cambio de “switch” durante el año escolar, tomar un bus una micro o simplemente caminar fuera de la escuela con los niños/as, se pueden originar experiencias enriquecedoras y llenas de aprendizajes significativos.
Esta salida pedagógica fue con el fin de llevar a los alumnos a conocer una exposición de arte, ya que es sabido que el arte fortalece el autoestima desde la infancia hasta la adolescencia, a través de sus procesos creativos. La creatividad inculca sentido de liderazgo, amor propio, disciplina y orgullo. Valores que para estos alumnos son muy importantes de trabajar desde pequeños ya que están insertos en una población de riesgo social en la comuna de Renca.
Con el afán de mostrar un mundo nuevo para mi primero básico, organicé una salida pedagógica junto a la Fundación de Arte Telefónica, quienes nos otorgaron la locomoción y exposición en forma totalmente gratuita. Enviaron un bus modernísimo que al momento de abordarlo, los niños estaban pasmados por tanta comodidad y hermosura. Muchos de estos niños nunca habían salido de la comuna y menos viajado en un bus moderno.
Una de las experiencias que más me conmocionó fue, que estando en Renca a minutos de la comuna de Providencia, los niños notaron la gran diferencia que existía en el entorno. Estaban maravillados al ver plazas bien cuidadas, calles limpias, edificios modernos, gente distinta “cuicos” como los llamaban ellos. Fue totalmente enriquecedor, conversar con ellos y mostrarles que fuera de su población hay otro mundo, que no es imposible vivir en él, por el contrario, que solo bastan quince minutos para llegar, que solo hay que tomar un “bus” y ese bus se toma siendo perseverante, estudiando, y siendo buenas personas, que lo que ellos ven como normal, en este mundo que esta a quince minutos de sus casas no es tan normal, no es normal ver gente drogándose en cada esquina, que los niños no pertenecen a pandillas y son niños hasta los dieciséis o diecisiete años, que no es normal ver peleas y balazos en las calles. Que los únicos que pueden hacer parar y subirse a ese bus son ellos mismos.
Los niños entendieron claramente todo lo que les quería expresar, se emocionaron y comenzaron a compartir que les gustaría llegar hacer cuando crecieran. Hasta ese momento solo con la ida ya sentía que era una salida pedagógica especial en mi vida como docente.
Cuando llegamos a la exposición los niños estaban entusiasmados, escucharon atentamente todo lo que la expositora nos relataba sobre el arte y el trabajo de greda en chile, les habló de la perseverancia del artista y el trabajo duro, a su vez los invito a moldear esculturas y después exponerlas al resto del curso expresando que sensaciones tuvo al momento de crearla, cual es el significado que le dan y el nombre de la escultura. Hizo un llamado a que se enfocaran en su realidad, en sus vidas, colegio, población, en fin, en su propio entorno.
Quedé alumbrada con el trabajo que realizaron, de allí salieron sentimientos y relatos que hasta la expositora quedo sorprendida.
Recuerdo uno en especial, de un alumno que tomó la greda y formo un cenicero. Cuando se le dio la oportunidad de hablar dijo que ese cenicero era su población, que sentía que todo lo malo caía en él como cenizas de cigarro, pero que él cuando llegará a ser adulto se encargaría de limpiarlo para que nadie más lo ensucie y solo sea de adorno.
Nos fuimos felices al colegio ellos llenos de ilusión y yo me sentí totalmente conforme y llena de esperanza.
Este era mi primer año de docente, era mi primer curso, y mi primera salida pedagógica. Desde ese día me enamoré más de mi profesión y comprendí que hacer un cambio de “switch” durante el año escolar, tomar un bus una micro o simplemente caminar fuera de la escuela con los niños/as, se pueden originar experiencias enriquecedoras y llenas de aprendizajes significativos.
Colegio “El Bosque “,
Profesora Romina Chacana J.
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